"Cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer."

sábado, 25 de junio de 2011

Pueden ser mortales, pero son vitales para nuestro ecosistema

La aparición de los tiburones en la Tierra puede fecharse hace 400 millones de años, antes de los dinosaurios y de los mamíferos terrestres. Y han sobrevivido hasta hoy, enfrentándose a pruebas tan duras como extinciones, cambios geológicos, soportando la aparición de nuevas especies...Pero, como todos, tienen un punto débil.

Tardan mucho en desarrollarse sexualmente y alumbran muy pocas crías a lo largo de su vida, lo que hace que si el número de individuos disminuye normalmente (por ejemplo, por exceso de pesca), a la población de tiburones no le da tiempo a regenerarse y los puede poner en peligro de extinción.

Hasta hace 20 años era frecuente que quedaran atrapados en las redes de arrastre de los pesqueros, pero no suponían ningún peligro para la población. Sin embargo, la disminución de capturas de especies "más comerciales", como el atún o el pez espada, hizo que las miradas de los pescadores se volvieran hacia los tiburones, principalmente por la demanda del mercado asiático. 
Ahora franceses y españoles practican un tipo de pesca que consiste en cortarles las aletas, para después devolverlos al agua, donde, obviamente, morirán, ya que necesitan moverse para introducir agua en sus branquias, es decir, para respirar. Esta técnica es conocida como finnig o aleteo, gracias a ella ha producido la muerte de más de 73 millones de tiburones cada año. La razón de que sólo se queden con las aletas es la famosa sopa de aleta de tiburón, popularizada por los asiáticos, a la cual se le atribuyen propiedades afrodisíacas (está demostrado que es falso) y un extraordinario sabor (que en realidad proporcionan las especias). En definitiva la aleta sirve para adornar la sopa.

A través de internet he averiguado que hasta el próximo 17 de julio se exhibirán maquetas a tamaño real de las principales especies de tiburón, como el tiburón tigre, el tiburón martillo o la raya tintorera...
La muestra forma parte de una campaña de sensibilización, impulsada por la Fundación CRAM y la Fundación Biodiversidad, que tratan de fomentar el compromiso ciudadano con la preservación del medio marino mediante la información sobre su diversidad y sus principales amenazas. Mientras dure la exposición permanecerá amarrado al muelle que hay junto al museo el 'Vell Marí', uno de los pocos veleros del mundo dedicados a la investigación del fondo marino.

Desde Hope for Nature esperamos que, todas aquellas personas que pasen por la exposición, se den cuenta de que el tiburón es un animal más que coexiste con nosotros. Dejemos de pensar en aquel tiburón que nos aterrorizó en la película de Spielberg y seamos realistas.









Fuentes: